El mercado hipotecario español atravesará este 2019 un momento de cambio. Ante los próximos movimientos, el comprador se pregunta si subirán las hipotecas o serán más accesibles. Por un lado, se aprobará y pondrá en marcha una nueva legislación motivada por las exigencias comunitarias. Por otro lado, influirá el contexto macroeconómico, cada vez más inestable. Asimismo, asistiremos al desarrollo de una mayor presión competitiva dentro del sector financiero. Este amalgama de factores traerá consigo, en los próximos meses, inevitables efectos en la oferta de productos que se comercialicen.

La entrada en vigor de la nueva Ley hipotecaria

La nueva Ley hipotecaria entrará en vigor plenamente el próximo 16 de junio. Esta normativa, explica Estefanía González, redactora jefe de Kelisto.es, generará claros beneficios a los consumidores. Además de ofrecer mayor seguridad, “con ella se abaratan determinados costes”. Es el caso, enumera, de los gastos de comercialización y de las comisiones, tanto procedentes de la amortización anticipada como del cambio de préstamos de tipo variable a fijo.

Sin embargo, esta experta pone de manifiesto que la nueva legislación también tiene “su cara negativa”. Desde su punto de vista, “esa aparente reducción de gastos en muchos casos” repercutirá en los propios clientes. Para estabilizar sus balances, las entidades no dudarán en echar mano “de una subida de intereses y de diferenciales”. También sería posible el encarecimiento de “costes no tan evidentes”, como el tipo fijo de salida del préstamo o las comisiones.

Subirán las hipotecas debido a una mayor competencia

En paralelo, y según declara Joaquín Robles, analista de XTB, la legislación que regirá los contratos hipotecarios que se firmen en España a partir de junio obligará a la banca a cumplir nuevos estándares de solvencia. Una condición que, a su juicio, podría derivar en que estas entidades “endurezcan los requisitos” de acceso a un préstamo hipotecario. “Es complicado prever qué pasará, ya que a pesar de que los clientes dejarán de asumir una serie de gastos en detrimento de los bancos, estos tienen herramientas para traspasar dichos costes a lo largo de la hipoteca”, asevera.

Este punto de vista es compartido por Raymond Torres, director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas. El especialista argumenta que, al adaptar su oferta a la nueva normativa, las entidades financieras “probablemente se mostrarán más selectivas en su concesión de préstamos”. Torres indica que, actualmente, el sistema bancario español presenta un entorno “de intensa competencia entre entidades”. Este entorno hace “improbable” un encarecimiento “significativo” de las hipotecas.

El contexto macroeconómico endurecerá los requisitos

El devenir de la economía europea también determinará el coste de las hipotecas españolas. En esta línea, Robles reconoce que, desde hace un año, el contexto macroeconómico comunitario “está sufriendo un progresivo empeoramiento económico”. El experto vaticina que “durante los próximos meses podríamos ver un endurecimiento de las condiciones hipotecarias”. El mismo se traduciría en un aumento de los diferenciales de los préstamos.

Por su parte, el gerente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), Enrique Benavides, también afirma que la evolución del mercado hipotecario nacional “vendrá marcada por la coyuntura económica exterior”. Benavides subraya que la política de comercialización que impere en cada entidad se determinará a partir de “las valoraciones que cada banco haga en cuanto al grado de afección de las variables de costes en el precio del préstamo”. “Estos resultados podrían hacer que, en algunos casos, la oferta mantenga los niveles actuales o incluso disminuya el precio”, añade.

Situación de la demanda: la incógnita del empleo

El mercado laboral y la renta disponible de los hogares son otros de los indicadores que, en opinión de los expertos, podrían modificar el coste de las hipotecas en el futuro. En esta línea, Torres defiende que “el factor limitativo” del mercado hipotecario en 2019 y de la política de precios que establezcan las entidades “es la renta de los hogares”.

Ello se debe, según argumenta, a que la capacidad económica de los consumidores “está empezando ya a incidir en la demanda a la baja de préstamos hipotecarios”. En concreto, el directivo cree que los más afectados por esta limitación son “los colectivos vulnerables”. Asimismo, también quedan desprotegidas  “las rentas con ingresos irregulares”.

Condiciones favorables de financiación

A pesar de ello, Torres destaca que las condiciones de financiación seguirán siendo favorables para la firma de hipotecas en España. “Se espera un Euríbor a un año todavía en terreno negativo”, asegura. Esta evolución es consecuencia de la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de responder a la desaceleración de la zona euro con medidas ultra-expansivas. Entre las mismas destacan el aplazamiento de la subida de tipos de intervención hasta 2020.

Robles también está de acuerdo con esta visión. Al respecto, recuerda que la postura del BCE se prolongará “hasta que se produzca una mejoría manifiesta”. No obstante, pone de relieve que esta institución podría encontrarse con un problema. Y es que, según afirma, en el actual entorno de tipos bajos “el BCE cuenta con muy pocos recursos para estimular la economía en el caso de que volvamos a entrar en una recesión”.

La clave está en la apuesta por el tipo fijo

Este experto defiende que, con el actual contexto económico, “será muy difícil ver unos tipos de interés en Europa que se sitúen por encima del 2%”. Para que esto ocurra el BCE debería realizar “ocho subidas de 25 puntos básicos”. Por este motivo, insiste en que a pesar de que las hipotecas ligadas a tipo variable “son muy atractivas desde el punto de vista económico”. El interés de los bancos en lo venidero se focalizará en ofrecer hipotecas a tipo fijo.

Fuente: Pisos.com